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Hoy día, los Quti habitan la región de Tombuctú, en la Républica de
Malí. Pero su historia milenaria está escrita en un mapa jalonado de
ciudades españolas y africanas. Toledo, Sevilla, Córdoba, Granada,
Ceuta, Carmona o Cortes de la Frontera fueron el hogar de la familia
durante siglos.
En 1468, Alí Ben Ziyad, el toledano,
el godo, el andalusí, fue desterrado de Toledo, iniciando la diáspora de
los Banu al Quti. El carácter de este exilio era temporal. Ni Alí Ben
Ziyad ni otros andalusíes de la época pensaron nunca en un viaje sin
retorno. Alí Ben Ziyad alcanzó Gumbu, en el Imperio Songhay (actual
Malí) en 1471. Allí se estableció y mantuvo correspondencia escrita con
sus hijos españoles y otros familiares. Alí Ben Ziyad y su biblioteca
andalusí arraigaron en tan remoto lugar para no regresar jamás.
Mahmud Kati fue el primer Quti
africano. Hijo de Alí Ben Ziyad y de Khadija Sylla, encarna el encuentro
de la realeza de dos mundo lejanos: los Banu Witiza del Reino Visigodo y
de Al-Andalus, y los Sylla del Reino de Ghana. Se le considera el primer
historiador del África negra. Sobrino del Emperador Askía Mohamed, fue
virrey y ministro en la corte de Songhay.
Yuder Pachá de Cuevas del Almanzora
fue el primer Bajá - gobernador - morisco de Tombuctú. Otros andalusíes
como Ibn Zarqún de Guadix o el sevillano Mahmud Longo continuaron la
tradición morisca en el gobierno de Tombuctú.
Todavía hoy, muchas familias de la
región presumen de su origen Andalusí. |